El proceso en total duró algo menos de dos años, que dicho así suena muy largo... pero la realidad era que mi furgoneta estaba en León, España, y yo llevaba años viviendo en Reino Unido cuando la idea fue tomando forma.
Así pues, sólo podía trabajar en la camperización cuando venía de vacaciones a España, normalmente diez días en Navidad, seis o siete días en Semana Santa, e igual dos o tres semanas en Verano, dependiendo del año.
Si hiciese la suma de todos los días que le dediqué, el tiempo que tardé en camperizar mi Renault Trafic rondaría los 3 meses.
También es verdad que contaba con la ayuda de mi padre en España, y muchas veces lo que hacía era comprar los materiales (el grifo o las luces led a 12v por ejemplo), y explicarle a él cómo hacerlo, y así podíamos ir avanzando un poco más rápido.
Si algo he aprendido después de mi primera camperización, es que si quieres que tu casa sobre ruedas sea precisamente eso, debes dedicarle el tiempo suficiente, tanto para planear el diseño como para llevarlo todo a cabo. Y también, que los trabajos que en principio piensas que van a ser cosas pequeñas y rápidas de hacer, muchas veces acaban llevándote más tiempo que otras de mayor tamaño y que inicialmente nos pueden dar más miedo.
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